LA ESPADA Y LA FLOR

Silencio en nuestro campo de batalla.
Sopla el aire trayendo la muerte,
a la tierra baldía y sangrada,
tierra muda sin alma, inocente,
arada por el llanto y la espada.
En pie, sin resistir la emboscada,
surgiendo de la nada y erguida
una flor se marchita sin suerte.
Por sus pétalos llora, maldita,
atrapando el recuerdo, su muerte.
A su vera, una espada clavada,
Se oxida, mellada y olvidada.
En su filo brillan las palabras.
Su empuñadura, de amor labrada,
se gastó llorando mil batallas.
Y alrededor, dispersas,
Sonrisas entre sogas,
miradas traicioneras,
caricias como rocas,
cristales de promesas.
De sombras y silencios,
La soledad pintaba los lamentos,
uno a uno, de todos mis recuerdos,
recogiendo mis manos los fragmentos
de pétalos, de amor y de tormento.
M.A.W. abril 2001®
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